En mi época de estudiante, recuerdo haber asistido a un ciclo de conferencias, donde el maestro Armando Fuentes Aguirre (Catón) platicó una anécdota, una vez que un amigo de él, lo fue a buscar a su casa, su pequeño hijo le abrió la puerta al visitante, y éste le preguntó -"¿Está tu papá?"- a lo que el niño le contestó -"Si, si está"- el amigo le preguntó nuevamente -"Está ocupado"- y el niño mientras lo hacía pasar le respondió -"No, no está ocupado, ahorita está escribiendo"-
Catón cuenta con una amplia sonrisa esa anécdota porque dijo que su hijo le había hecho una importante enseñanza ese día, no se había dado cuenta antes de que mientras escribía una columna, o algún nuevo libro, es decir, mientras desempeñaba su actividad laboral, no sentía una carga emocional sobre su persona, ni siquiera lo veía como algo incómodo, obligatorio o pesado y muy por el contrario, disfrutaba lo que hacía para ganarse la vida.
¿Cómo lo descubrió su hijo? La respuesta es sencilla, Don Armando Fuentes realizaba (y realiza hoy en día) sus labores con una gran pasión y gusto por ellas, no hay día en que no esté disfrutando mientras escribe una de sus columnas "De política y cosas peores" y "Mirador" o un nuevo libro que revele la otra historia de México o de abuelitos y otros ángeles y eso se le nota y la gente que le rodea lo puede apreciar.
¿Te has dado cuenta que hay miles de deportistas que ríen en su trabajo? ¿Por qué? Porque lo disfrutan, bueno hay otros que ríen porque no les queda de otra.
¿Es para ti, tu empleo un trabajo?
Es decir, ¿te cuesta trabajo hacer tus labores? ¿Es una carga para ti?
No hay que contestar ahora, de hecho ni siquiera es necesario, si tú no sabes la respuesta, ten por seguro que quienes te rodean (compañeros laborales, familiares, etcétera) si la saben y la tienen clara.
Si no disfrutas lo que haces se nota, tu humor es deficiente, tu actitud no es la mejor y pareces hasta estar peleado con la vida.
Si lo disfrutas, también se nota, pero de una manera completamente diferente, seguramente estás de buen humor gran parte del día, tienes una actitud agradable, no estás estresado, ríes constantemente, el tiempo pasa y no te das cuenta, siempre quieres hacer más de lo que has hecho en el día y hay otros "síntomas" que son visibles para quienes interactúan contigo diario.
Tu empleo no tiene por qué ser pesado, no tiene por qué ser un trabajo o una carga para ti, a menos que te haya ordenado no hacerlo divertido, digo, no se trata de restarle seriedad a las cosas, pero todo el mundo ríe y sonríe de vez en cuando (hasta los que parece que no saben sonreir, te aseguro que alguna vez lo hicieron).
¿Quieres que tu chamba no sea un trabajo? Sencillo: Si no la disfrutas, mejor no la hagas.
Parece que el consejo más bien es como un boicot, pero es que no hay ninguna fórmula mágica, la solución está en ti, tienes que buscarle un lado agradable a lo que haces (si no lo has visto ya) porque créeme, si no lo disfrutas, se nota y seguramente habrá alguien que si lo disfrute y puede tomar tu lugar, luego andamos quejándonos de la vida porque perdemos un trabajo que ni siquiera valorábamos, porque no lo disfrutábamos.
Pero la gente de recursos humanos, los gerentes y directores de áreas, supervisores, coordinadores y todos aquéllos que tengan gente a su cargo, cada vez observan más este aspecto, hoy día no basta que con hagas las cosas bien, cada vez se necesita más que quieras hacerlas bien y que disfrutes en tu intento, porque nadie está exento de cometer errores en su trabajo, pero aquí es donde se hace crucial este tema ¿Cómo será la reacción ante un error? ¿Significará un reto para el empleado? o ¿Representará la causa de su mal humor por los siguientes minutos/horas/días?
Haz divertido tu trabajo, trabaja para vivir, no vivas para trabajar, tómate un respiro durante tu jornada y voltea a ver a tus compañeros, sonríe, agradécele a la vida o a quien quieras, que tienes trabajo, y que gracias a él tienes un sueldo y todo lo que con él se deriva.
Te dejo un ejemplo de como se puede hacer divertido cualquier trabajo, estoy seguro que pronto empezarás a idear cómo hacer divertido el tuyo.
Al menos yo disfruto mucho mi chamba, tanto, que NUNCA la haría gratis.
Buen fin de semana.